Agradeciendo por cada día

AgradecidaMuchas de las mamás que leen este blog son de Guatemala, así que están familiarizadas con lo que sucedió la semana pasada en nuestro país.  Y creo que no podemos evitar que nos afecte.  Aunque en todos lados estén pasando cosas, cuando pasan tan cerca, es imposible no sentir empatía, imposible no sentir dolor.

Todos estos días me he levantado pensando en esas personas que en cuestión de segundos perdieron más allá de lo material, perdieron su vida completa, perdieron a su familia.  Padres que perdieron sus hijos, hijos que perdieron sus padres, esposos que perdieron a sus esposas y viceversa, familias que hoy lloran porque de un segundo a otro están incompletas.  Gente que se despertó como un día normal, fue a trabajar, y regresó a su vida cambiada para siempre.  Me imagino que levantarse cada uno de estos días es como estar en una pesadilla, y no puedo pensar en lo que están sintiendo.

Así que hoy agradezco todo lo que tengo, agradezco porque puedo despertarme con mis hijos cerca y abrazarlos y llenarlos de besos, agradezco por mi esposo, mis papás, mis hermanos, mis tíos, primos, mi abuelito, agradezco por mi familia.  Los invito a todos a agradecer por todas las cosas que damos por sentado y a valorarlas aún más.

Ante esta situación, me llena de esperanza ver que los guatemaltecos son un pueblo solidario y con ganas de ayudar.  Sigamos colaborando como podamos.  Pidamos por todos nuestros guatemaltecos que están sufriendo esta tragedia, por todos los que hoy se levantaron con el corazón roto por esta situación.  Pero sobre todo, que nuestra ayuda no se quede aquí.  Que nuestra ayuda no se limite a situaciones trágicas  Que de aquí para adelante seamos colaboradores positivos en lo que podamos, desde la persona que tenemos sentada al lado, hasta gente que está mucho más lejos, pero aún así, cerca.  No sabemos cuantas familias están pasando por situaciones difíciles, y siempre hay algo que podemos hacer.  Que nuestra solidaridad vaya más allá, que nuestra solidaridad trascienda.

No tomemos nada, nada por seguro. Hagamos la llamada que tengamos que hacer, digamos las cosas que queramos decir, y sobre todo, disfrutemos cada día a nuestra familia, llenemos de besos a nuestros esposos y nuestros hijos, porque hoy hay muchos que no pueden hacerlo más.